viernes, 30 de abril de 2010

EL ESCLAVO COMO FUERZA PRODUCTIVA EN LA ROMA ANTIGUA


La esclavitud es un fenómeno tan antiguo como la guerra y la propiedad, no obstante en diferentes periodos históricos y condiciones socio económicas particulares se ha manifestado de maneras bien distintas.

El objeto de este escrito es retratar y reflexionar sobre el papel del esclavo como fuerza productora en la sociedad Romana Antigua, por lo que me dejare en el tintero otros aspectos de esclavo romano, como por ejemplo su papel en el servicio domestico.

Aunque no es mi objetivo realizar un estudio extenso de la esclavitud en la antigüedad resultaría adecuado, a modo de introducción, realizar un pequeño repaso del papel que ha jugado esta aborrecible institución a lo largo del mundo antiguo.

En el ámbito Mesopotámico tenemos ya información sobre el desarrollo del esclavismo desde tiempos muy remotos, no obstante cabe destacar, que en Sumer, Akkad o Babilonia no constituían los esclavos la base de la producción. La condición de estos esclavos era diferente a la que se desarrollaría posteriormente en la sociedad grecorromana. En este ámbito el esclavo tenía un status jurídico limitado y podía, con restricciones, poseer bienes, pero en ningún caso no era considerado un objeto. Los esclavos de los hititas por ejemplo, podían poseer asnos y bueyes, en el derecho sumerio los hijos de la unión de una esclava con su dueño eran considerados legítimos y tenían derecho al reparto de la fortuna del padre.

En el Egipto Antiguo encontramos una situación similar a la desarrollada en el ámbito mesopotámico. Los datos más antiguos sobre la esclavitud en Egipto datan del Imperio Medio (2025-1795), pero no será hasta el Imperio Nuevo (1550-1070 a.C.) cuando los esclavos tengan un papel significativo en el trabajo agrícola, este aumento de la población sometida a la esclavitud esta en lógica relación con el proceso de expansionismo militar llevado acabo por el estado egipcio en este periodo. No obstante hay que señalar que en Egipto la esclavitud estaba fundamentalmente ligado al servicio domestico. El esclavo egipcio difícilmente puede ser comparado con el servus romano o el duolos de la Grecia Clásica. Los esclavos egipcios podían casarse legalmente y tenían un derecho de propiedad limitada, las familias de esclavos no podían ser separadas y el esclavo manumitido poseía los mismos derechos que el resto de los súbditos. Según G. Guenter[1]en el Antiguo Egipto podemos situar la figura del esclavo en status intermedio entre los bienes y las personas.

En China, en época de la dinastía Zhou (1050-256 a.C.) el esclavo, como en el caso anterior desempeñaba funciones de ámbito domestico, era principalmente de de sexo femenino y se vinculado a la producción textil. Los prisioneros de guerra masculinos, si no eran finalmente ejecutados, se destinaban a diversas funciones domesticas como el cuidado de ganado, y tras unos años de servicio eran liberados.

Junto a estos esclavos privados hubo también una esclavitud pública integrada por aquellos que quebrantaban la ley y sus familias que trabajaban en diversas actividades de interés público.

En cualquier caso los esclavos no podían ser maltratados ni asesinados y en el momento de su liberación alcanzaban la mayoría de edad jurídica.

Para la Grecia Micénica tenemos pocos datos sobre la situación concreta del esclavo, los micénicos los denominaban ra- wy-ja-ja, si eran obtenidos como botín de guerra, o qui-ri-ja-tó si eran comprados, también sabemos que podían ser de carácter privado o estatal, pero ante la falta de datos nos resulta difícil establecer comparaciones con la esclavitud clásica o la próximo oriental.

En la Grecia arcaica la situación del esclavo es casi desconocida. Además existe cierta confusión con su nomenclatura. En las tablillas de lineal b se les denomina do-e-ro (similar al doulos clásico) pero en las fuentes homéricas encontramos palabras diferentes: oikeus, dmos, drester y amphipolos, el problema es que algunas de estas palabras se aplican indistintamente a esclavos y trabajadores del oikos, esta ambigüedad en la nomenclatura nos indica quizá una situación poco definida. El esclavo de la Grecia Arcaica estaba integrado en el oikos, pero a diferencia del resto de sus miembros el dueño tenia derecho de vida y muerte sobre el.

Los hilotas son un tipo característico de población sometida por el estado espartano. Resulta difícil dar una explicación convincente sobre la situación jurídica de este grupo social. Tucidides califica a los hilotas como esclavos [2] pero atendiendo a otras fuentes literarias se percibe que la condición de los hilotas era diferente al común de los esclavos griegos. Como señala Pausanias los hilotas no eran esclavos particulares sino esclavos del estado Espartano pero que servían a un particular. El lexicógrafo Pollux califica a los hilotas como un grupos social “entre la libertad y la esclavitud”.

Pilar Fernández Uriel[3] considera a los hilotas, más que esclavos en el sentido estricto del termino, algo más parecido a siervos adscritos a un lote de tierra (kléros). Esta forma de reducción a la servidumbre “en masa” de una comunidad concreta, es un tipo de práctica muy arcaica que encontramos en otros lugares del mundo griego: los Penestai de Tesalia, los Klarotai y Mnoites de Creta, los Gimetai de Argos, los Kiliroi de Siracusa etc.

La concepción del esclavo que se desarrollara en la Grecia Clásica, sobre todo en Atenas, es mucho más parecida a la que encontraremos en el mundo romano que el resto de los casos expuestos anteriormente.

Los esclavos griego en época clásica carecían por completo de personalidad jurídica, por tanto carecían de derechos legales y eran incapaces de apelar ante los tribunales aunque si podían, si el tribunal lo consideraba oportuno ser testigos en juicios. No existía una actividad específicamente servil (exceptuando el trabajo en las minas) y eran fundamentalmente empleados en grandes explotaciones agrícolas o manufactureras y también en el servicio domestico de aquellos que se lo pudiesen permitir, pues todas las fuentes hacen referencia a su elevado precio, lo cual hacia que las manumisiones fuesen más bien escasas. Si alcanzaban la manumisión su condición jurídica se igualaba a la de los metecos. Su propiedad podía ser pública o privada.

No se constatan rebeliones de esclavos en Atenas (aunque si fugas), esto muestra una falta de conciencia de clase, pero también probablemente que su numero no era muy abultado respecto al resto de la población. Existían ciertas leyes que protegían la integridad física del esclavo, más que por filantropía por que eran un instrumento costoso que no se podía desperdiciar así como así.

Como es obvio en una sociedad pre- industrial la actividad productiva fundamental es la agricultura. En la región del Ática la estructura de propiedad de la tierra predominante era la pequeña propiedad privada de 5 a 2 hectáreas. Este tipo de explotación familiar escasamente rentable no permitía por su tamaño, ni por su productividad incluir grandes cantidades de mano de obra esclava, si es que incluía alguna. Los trabajadores asalariados (thetes) se daban sobre todo en las propiedades de mayor extensión poseídas por aristócratas o por los templos. En este tipo de propiedades de mayor tamaño si se empleaba una proporción de mano de obra servil.

Otra actividad económica donde el empleo de mano de obra esclava tenia sentido era en grandes unidades de manufacturas especializadas, como la conocida fabrica de armas en el Pireo poseída por los metecos Lisias y Polemarco que contaba con más de 120 esclavos, aunque este tipo de grandes empresas manufactureras era más la excepción que la regla, si bien es cierto que los pequeños talleres de artesanos contaban con una limitada cantidad de mano de obra esclava.

Minas y canteras se configuraban como importantes fuentes de ingresos para las poleis , Se consideraba un sector importante y era patrimonio del estado aunque se concedía su explotación a particulares. En este sector a diferencia de los anteriormente descritos la mano de obra servil era fundamental. Las condiciones de trabajo eran penosas y la esperanza de manumisión escasa, los trabajadores esclavos de las minas y canteras eran el escalafón más bajo de la sociedad griega.

En la construcción y mantenimiento de edificios públicos también era importante la mano de obra servil.

Resumiendo lo anteriormente expuesto, en la Grecia clásica, en la que el sector económico fundamental era la agricultura caracterizada por la pequeña explotación familiar, la mano de obra esclava no constituía un factor determinante en la economía, no era una condición sin equa non para el mantenimiento de la estructura económica. Si bien es necesario señalar que si constituía un complemento importante para el soporte de ciertos sectores productivos. Por tanto siendo el pequeño propietario y el trabajador asalariado elemento cuantitativos muy superiores a la mano obra servil, en mi opinión no se puede aplicar el calificativo de esclavista al modelo económico de la Grecia antigua, aunque no debemos arrojar este epíteto al cubo de basura de la historia como veremos más adelante.

En la sociedad romana existen términos muy antiguos para designar al hombre dependiente de una unidad familiar: anculus, ancilla y famul, palabras con seguridad de origen itálico.

En la Roma monárquica y en los primeros tiempos de la república la concepción de la esclavitud era similar a la existente en el próximo oriente. El famul se encontraba íntimamente ligado a la unidad familiar y no era considerado un objeto como lo seria más tarde el servus. Este tipo de semi-esclavo domestico seria parecido a los dmos de la Grecia Arcaica.

A lo largo de los siglo V y IV Roma se vera involucrada en un proceso expansionista que la configurara como la potencia dominante en su entorno más inmediato y posteriormente en toda Italia continental. En esta franja de tiempo no solo se irán fraguando las bases del imperialismo romano, si no que se producirán una serie de conflictos y tensiones sociales que vendrán a configurar lo que se conoce como estado patricio-plebeyo. La esclavitud aunque presente en tiempos muy remotos irá transformándose y adaptándose a los giros de la economía romana como veremos más adelante.

La Lex Plautia-Paipiria del 367 a.C. suprimió la esclavitud por deudas conocida como nexum, pero el contacto de Roma con las economías más desarrolladas de Campania y la Magna Grecia y el aumento del suministro de esclavos como consecuencia del proceso de expansión militar hizo que se fuese desarrollando un concepto de esclavitud más parecido al modelo griego clásico.

En el derecho romano el esclavo era considerado como cosa (res). Me parece muy descriptivo sobre el concepto que tenían los romanos de la figura del esclavo el termino instrumentum vocale, es decir un instrumento dotado de voz. Esta condición jurídica traía como consecuencia que el esclavo no podía poseer, no podía contraer matrimonio legal y estaba desprovisto de cualquier tipo de protección jurídica.

Como hemos comentado antes la importancia del esclavismo en la sociedad y la economía romana no se puede desligar de la propia evolución histórica del estado.

La agricultura constituía la base económica de la sociedad romana. Hasta comienzos del siglo III coexistía en Italia una gran propiedad con la pequeña y mediana explotación familiar, estos pequeños propietarios no eran solo los principales productores si no que su condición de propietarios les obligaba a servir en las filas de las legiones de base ciudadana, similar en su concepción a los ejércitos de las poleis griegas.

Las guerras púnicas supusieron un cambio radical tanto en la posición de Roma en el mundo Mediterraneo como en la propia organización socio económica del estado. El expansionismo romano hizo afluir una ingente cantidad de riquezas conseguidas mediante botines saqueos e imposiciones económicas a los territorios conquistados. Los beneficiarios de estas riquezas fueron fundamentalmente los oligarcas senatoriales que encauzaron sus beneficios hacia un nuevo tipo de agricultura de marcado signo latifundista que significa la ruina del pequeño y mediano propietario.

Las devastaciones de la guerra, las largas ausencias provocadas por el servicio militar y la incapacidad de competir con los precios de las explotaciones latifundistas, hicieron que muchos campesinos tuviesen que endeudarse con los grandes propietarios, deudas que finalmente no podían pagar y obligaban a vender aprecios bajos sus haciendas a los terratenientes.

La pequeña propiedad no desapareció por completo, pero pasó de ser la base de la economía romana a ser relegada a un papel secundario tras el desarrollo de nuevos tipos de explotación: la villa, y el latifundium

La primera de ellas es descrita con bastante precisión por Catón el viejo en su obra De Agricultura, retrata de una explotación de tipo medio, pero cuya mano de obra es fundamentalmente servil. Se trata de una explotación, según Caton, con un tamaño de 240 yugadas (60 hectareas) de Olivos, en su obra llega a la conclusión de que para su aprovechamiento hacen falta 13 esclavos, 18 en el caso de un viñedo de 100 hectáreas. Es curioso como Caton da consejos sobre la utilización de los esclavos. Sobre su tato por ejemplo dice:

“No es necesario ser amable con los esclavos; basta con tener cuidado de que no sufran ni frío ni hambre.”

También recomienda que el capataz le haga trabajar duro, ya que según dice la ociosidad favorece el robo y el crimen.

El latifundium presenta un modelo bien distinto a la explotación ideal descrita por Catón. Surge como hemos visto el siglo II a.C., geográficamente comienza a desarrollarse en El Sur de Italia, Sicilia y Cerdeña para después pasar al Norte de África y otras partes del Imperio. Se trata de explotaciones ganaderas y con base de monocultivo cerealista de carácter extensivo. A diferencia de la explotación catoniana, el latifundium, comprende varios cientos de hectáreas (en Sicilia no eran raras las explotaciones de 500 hectareas), y es trabajado no por unas decenas si no por cientos y miles de esclavos. El latifundum es el máximo exponente de la economía esclavista.

La orientación de la agricultura en poder de las élites hacia una economía racionalizada destinada al mercado, exigía la disposición de mano de obra barata, que fue proporcionada por la afluencia de centenas de miles de prisioneros de guerra. Esta abundancia de oferta de mano de obra esclava estaba alimentada por el proceso expansionista, lo que hacia que los esclavos no especializados fuesen en el siglo II a.C. muy baratos. El mercado se complementaba con la reproducción (vernae, eran los esclavos nacidos en casa) y acciones piráticas que confeccionaron un verdadero mercado de personas en el mediterráneo antiguo, en la ciudad de Delos por ejemplo, según nos cuenta Estrabón se vendían hasta 10 000 esclavos por día.

El rasgo fundamental de la esclavitud romana en su época de expansión (de los siglos II a.C. a II d.C.[4] ) es el carácter del esclavo como mero elemento de explotación que es necesario sacar el máximo partido, y es por tanto este periodo donde el trato a los esclavos se vuelve más cruel e inhumano. A mi entender es en este lapso temporal y no en otros cuando podemos afirmar que en Roma se desarrolla un modo de producción esclavista, ya que el grueso de la producción agraria (pero también otras actividades) descansaba sobre mano de obra no libre. Max Weber define muy bien esta situación: “La antigua explotación por esclavos devora tantos hombres como carbón nuestros altos hornos”[5].

La explotación esclavista se dejaba al mando de un encargado conocido como villicus, un esclavo de confianza del señor, a este esclavo especial el dueño le permitía contraer un matrimonio extra jurídico (contubernium), y le permitía también extra jurídicamente poseer unas cabezas de ganado.

El trabajo esta rigurosamente disciplinado, se organiza a los esclavos en secciones (decuriae), que formaban antes de partir al trabajo, estas secciones estaban al mando de un capataz (monitor). Los esclavos vestían todos las mismas prendas, que eran inspeccionadas mensualmente. Los esclavos dormían en establos junto al ganado y comían todos juntos bajo la supervisión de los capataces.

Como señala Weber, la organización del trabajo en las grandes propiedades esclavistas tiene características muy parecidas a la vida cuartelaría.

Los castigos aplicados a los esclavos que tenemos documentados son realmente espeluznantes, aparte del encadenamiento o el apaleamiento, existían: la quema con laminas de metal candente, el eculeus (se trataba de un artilugio que despedazaba las articulaciones), la mutilación, el crucifagium o fractura violenta de las piernas etc.

A los esclavos fugitivos calumniadores o ladrones se les escribía en la frente (stigma nota) con un hierro candente, las letras FUG, KAI, FUR, según su delito.

Hasta época de Adriano el dueño (dominus) tenía derecho de vida y muerte sobre el esclavo, en los casos más graves se aplicaban condenas a muerte no exentas de tortura previa, como la crucifixión, la exposición a las fieras del circo o la aplicación de la tunica molesta, un ropaje untado en pez al que se le prendía fuego.

En el último tercio del siglo II a.C. y en el primero del siguiente se produjeron una serie de revueltas serviles que son el exponente más claro de las contradicciones sociales que estaba produciendo el sistema de producción esclavista.

La primera revuelta servil de proporciones importantes tuvo lugar en los años 137-132 a.C. en Sicilia. En esta época Sicilia era el granero de Roma, las exigencias de productividad hacían las condiciones de trabajo de los esclavos verdaderamente penosas. Los esclavos huían y formaban partidas que asaltaban los caminos y las propiedades, la banda más importante estaba dirigida por un esclavo de origen Sirio llamado Euno, de esta situación se acabo pasando a una rebelión abierta. La tensión estallo finalmente en Enna en las propiedades de un terrateniente conocido como Demofilo.

La insurrección fue creciendo en proporciones geométricas, 30 días mas tarde de su estallido, Euno, que había sido proclamado rey de los esclavos, reunía un ejercito de 20 000 individuos en su mayoría esclavos sublevados pero también hombres libres depauperados. Los rebeldes ocuparon Enna, Agrigento, Catana y Tauromenion. Las legiones enviadas para sofocar la rebelión fracasaban una y otra vez y durante cinco años los esclavos permanecieron en pie de guerra, finalmente el cónsul Publio Rupilo consiguió derrotar a los rebeldes, los prisioneros fueron crucificados.

A pesar de estos terribles sucesos la historia se volvió a repetir 30 años más tarde, del 104 al 101 a.C. se produjo una nueva insurrección de los esclavos de los latifundios sicilianos, dirigida por dos esclavos conocidos como Salvio y Atenión. Cuando perecieron ambos lideres la insurrección perdió fuerza y los esclavos fueron derrotados en el asedio de Tricala.

Como señala Marc Bloch[6].el esclavo es mal trabajador, su rendimiento en todos los sistemas es generalmente bajo, además es un bien perecedero, si un patrón pierde a un obrero puede remplazarlo por otro pagándole el mismo salario que al anterior, pero si un esclavo muere prematuramente, su dueño, pierde la suma que tenia que haber sido amortizada a lo largo de la vida del esclavo, además también hay que tener en cuenta el coste añadido que supone la vigilancia de una masa considerable de esclavos. Estas carencias no se dejan sentir cuando el precio del esclavo es bajo, ya que se les puede explotar hasta limite de sus capacidades físicas y si uno muere es rápidamente sustituido por otro, esta es la situación, que como hemos visto se desarrollaba en época tardo republicana.

A medida que avanzaba el tiempo se fue haciendo más difícil conseguir mano de obra esclava para los trabajos agrícolas, ya que esta fue aumentando su precio, en consecuencia los esclavos agrícolas fueron paulatinamente sustituidos por trabajadores libres arrendatarios, pero no obstante aunque la mano de obra fue adquiriendo un carácter mixto arrendatario-esclavo, la mayoría de las grandes explotaciones alto imperiales descansaban sobre mano de obra servil. Cabe resaltar que el trato a los esclavos fue mejorando respecto a las durísimas condiciones de época tardo republicana, esto es lógico, ya que al ser una herramienta más costosa se debe tener más cuidado en su uso.

En el bajo imperio se produjeron una serie de cambios en el sistema de propiedad de la tierra, que se venían anunciando desde finales del siglo II d.C. que afectaron también al status de la mano de obra agrícola. Aunque siguió existiendo el latifundium , se produjo un fenómeno de dispersión de la propiedad. La gran propiedad bajo imperial más característica esta compuesta por multitud de fundi (parcelas) dispersos geográficamente.

Los cambios en el régimen de propiedad trajeron consigo cambios en el status de la mano de obra. En los grandes latifundios pronto la mano de obra esclava se volvió poco rentable y en consecuencia se fueron parcelando y entregando en arriendo a colonos libres. Es muy significativo que en el único tratado de agronomía bajo imperial, Opus agricultureae de Paladio, no haga referencias al uso de esclavos. Solo en la mediana propiedad donde el propietario no era absentista y controlaba directamente la producción y el control de los esclavos no resultaba un problema se mantuvo el empleo de mano de obra servil.

Así el colono jurídicamente libre se configura como la mano de obra característica del bajo imperio, pero su status difirió en gran medida del colono arrendatario alto imperial, ya que poco a poco se transformo en un campesino adscrito a la tierra que trabajaba, proceso que fue impulsado mediante legislación estatal.

El desarrollo de la adscripción a la tierra fue un fenómeno desigual geográfica y cronológicamente, por lo que resulta complejo bosquejar una imagen uniforme.

Un paso importante en este sentido fue la legislación de Constantino del 332, que autorizaba al propietario de tierras a tratar como esclavos fugitivos a aquellos colonos fugados de su tierra de trabajo. Otra disposición de Valentiniano prohíbe a los campesinos abandonar sus tierras de labor. Este colono adscrito estaba exento de pagar al fisco y era el propietario de la tierra quien debía recoger los impuestos, cometiendo todo tipo de abusos, que el estado intento en vano controlar. Con el paso del tiempo la adscripción se volvió hereditaria y generaciones enteras quedaron atadas al trozo de tierra que trabajaban.

Mediante el colonato los grandes propietarios se aseguran mano de obra que trabajaba sin necesidad de usar el látigo y el estado encuentra un medio barato para recaudar los impuestos que gravaban la producción agrícola.

BIBLIOGRAFIA

- A.A.V.V., El modo de producción esclavista, Madrid,1986.

- A.A.V.V., La transición del esclavismo al feudalismo, Madrid, 1989.

- Bravo, G, Historia de la Roma Antigua,

- Mosse, C, El trabajo en Grecia y Roma, Madrid,1980.

- Roldan Hervás, J.M., Historia de Roma, Salamanca, 1995.

- Uriel Fernandez, P, Introducción a la Historia Antigua II, El mundo Griego,Madrid,1992



[1] “ Problemes teoriques de la societé esclavagiste”, Recherches Internationales á lumiere du marxisme, 2, 1953.

[2] “ Si se sublevan los esclavos, los atenienses ayudaran a los lacedemonios con todos sus medios y en la medida que estos se lo permitan”, Historia de la Guerra del Peloponeso, V, 23, 3

[3] Fernandez Uriel, P, Introducción a la Hitoria Antigua II, El mundo griego, Tomo I, Madrid, 1993

[4] Roldan Hervás, J.M., Historia de Roma, Salamanca, 1995

[5] La decadencia de la cultura antigua sus causas sociales, en La transición del esclavismo al fudalismo, Madrid, 1989.

[6] Como y porque termino la esclavitud antigua, en, A.A.V.V, La transición del esclavismo al feudalismo, Madrid,1989.

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